En una atmósfera impregnada de espíritu artístico y científico creció Johann Christian Friedrich Gutkaes, nacido en Dresde en 1785. Aquí aprendió el arte de la relojería y estudió además física y química.
Al ser un maestro en su especialidad fue aceptado como yerno por Schumann, relojero de la corte de Sajonia y, a la muerte de éste, recibió el encargo de ocuparse de la prestigiosa colección de relojes reales. En Schloss-Gasse, Gutkaes había abierto una manufactura de relojes. Su principal colaborador era Ferdinand Adolph Lange (nació en Dresde en 1815), fue su aprendiz, quien más tarde se convertiría en su yerno y socio. Ferdinand Adolph Lange fue el fundador de la dinastía de relojeros Lange. Se casó con la hija de Johann Christian Friedrich Gutkaes, convirtiéndose así en socio y activo promotor de la empresa relojera de su suegro. Sus innumerables cálculos y tablas de conversión de la línea relojera parisina al sistema métrico y sus planos de fabricación de complicadas piezas de mecanismos, herramientas y máquinas son buena prueba del perfeccionismo con el que Adoph Lange enfocaba la precisión y la garantía de calidad en la relojería.
Adolph Lange tenía una gran conciencia social. La terrible pobreza que azotaba la Sierra Metalífera en 1943 le impulsó a la acción. Consiguió el compromiso del Estado, para formar a 15 jóvenes como relojeros en Glashütte. Aquí instaló Lange sus primeros talleres, formó sus primeros aprendices, llevó a cabo su primera creación y construyó máquinas mejores. Así creó centenares de puestos de trabajo que transformaron el pueblo.
En 1868, siete años antes de su muerte, Adolph Lange se asoció a su hijo Richard, rebautizando a la empresa como “A. Lange & Söhne”. Se fueron sucediendo las generaciones mejorando cada vez la precisión y producción de los relojes.
Poco antes de la Segunda Guerra Mundial, Walter Lange sigue la huella relojera de sus antepasados. En 1945 los bombardeos destruyeron los talleres principales de la manufactura. Reanudaron el montaje de los relojes en unos talleres provisionales.
En 1948, “A. Lange & Söhne” fue nacionalizada y, en 1951, integrada en un consorcio estatal. Walter Lange huyó para escapar de los trabajos forzados. Desde 1951 el nombre de la empresa desapareció de las esferas de los relojes.
En 1990 Walter Lange retorna a la patria de sus antepasados para fundar una manufactura relojera que hará revivir el prestigio de “A. Lange & Söhne”. Como reconocimiento de su actividad, su ciudad natal Glashütte, nombró a Walter Lange ciudadano de honor en 1905. 150 años después de que su bisabuelo Adolph Lange fundara la relojería de precisión alemana.
En 1990 Walter Lange retorna a la patria de sus antepasados para fundar una manufactura relojera que hará revivir el prestigio de “A. Lange & Söhne”. Como reconocimiento de su actividad, su ciudad natal Glashütte, nombró a Walter Lange ciudadano de honor en 1905. 150 años después de que su bisabuelo Adolph Lange fundara la relojería de precisión alemana.
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