viernes, 10 de febrero de 2012

Zenith




Se fundó en 1865 en Le Loche, en el Jura suizo por George-Emile Fauvre-Bulle. Siempre se ha distinguido por tener una visión de futuro para aproximarse a la precisión absoluta.

La pequeña manufactura que diseña y fabrica sus propias máquinas y herramientas pronto se amplía para crear nuevos relojes que desde Suiza llegan a ser conocidos en los diferentes mercados.

Desde sus comienzos Zenith ha obtenido importantes reconocimientos internacionales, como el Premio de las Exposiciones Universales de París, Milán, Barcelona y Montreal, un total de 1565 Primeros Premios del Observatorio de Cronometría, etc…

Entre sus destacadas aportaciones a la relojería se encuentra su movimiento El Primero, presentado por primera vez en la Feria de Basilea de 1969. La frecuencia de su balancín alcanza 36.000 alternancias por hora y mide la décima de segundo; unas prestaciones perfectas que no habían sido alcanzadas por nadie hasta la fecha. En 1996, Zenith vuelve a revolucionar el mundo de los movimientos con el mecanismo extraplano de alto rendimiento energético y reserva de marcha Elite, que responde a los criterios de homologación en categoría de cronómetro.

Vacheron & Constantin




En 1775 nació en Ginebra la firma Vacheron, fundada por Marc Vacheron, quien la transmitió a sus descendientes. En 1819, Jaques Vacheron se asoció con François Constantin, y desde entonces la marca lleva siempre los apellidos unidos.

Los relojes Vacheron Constantin, imagen del lujo, tradición y calidad, son diseñados y desarrollados por sus ingenieros y maestros relojeros para que sus creaciones queden inalterables en el tiempo. Complicaciones simples, grandes complicaciones, cronógrafos, calendarios perpetuos, tourbillones… su gama de modelos se sucede en unas familias únicas como Les Joailleries, Les Esentielles, Les Complications y Overseas. A ellas se une Malte, que toma el nombre de la cruz de Malta que distingue a esta firma.

Tissot




Se caracteriza por aunar tecnología, carácter y emoción desde 1853.

Los relojes Tissot son toda una referencia en el mundo del deporte, siendo revolucionarios en muchos aspectos. A esta firma se le debe el primer reloj de piedra y el primer reloj de madera, también tiene en su historia el reloj deportivo con movimiento mecánico PR 550, el antimagnético y sumergible PR 516, el Titanium 7 con movimiento de cuarzo ETA analógico-digital… además, el revolucionario reloj T-Touch, cuyas funciones se ajustan con sólo rozar el cristal.

Tag Heuer




En 1860 Edouard Heuer abrió un taller relojero en St-Imier (Suiza). La pasión y el alto rendimiento le llevan a escribir alguna de las grandes páginas de la historia relojera. Cuenta en su haber con un impresionante número de patentes que convierten a la firma en una de las principales referencias del savoir-faire-relojero.

Su filosofía se mantiene inalterable “A la vanguardia suiza desde 1860”, como su vocación se confirma día a día al lograr una producción de relojes que va cada vez más allá de los límites de la precisión, la fiabilidad y la estética.
Otra de las grandes pasiones de Edouart Heuer era el alto rendimiento por lo que puso sus cronógrafos al servicio de la alta competición.

Es una alianza única entre el carácter deportivo, la elegancia y un máximo rendimiento.

Tag Heuer siempre trata de reflejar un estilo único y original en el diseño de todas sus creaciones siempre modernas y vanguardistas.

Rolex




Existen varias teorías respecto a el significado de Rolex , nombre corto, dejando espacio para la inscripción del nombre del comerciante, fácil de memorizar, sonido agradable y perfectamente pronunciable en cualquier lengua eurpea, o tal vez una abreviación en idioma francés "Horlogerie exquise".

El 17 de Enero de 1920 en Ginebra Hans Wilsdorf fundó Montre Rolex S.A., como propietario único y director. Las maquinarias eran producidas en Bienne, en tanto que el ensamblaje, las pruebas y las ventas estaban en Ginebra.
En 1926 y siguiendo el proceso de innovación y para aumentar la resistencia al agua de los relojes de pulsera, Wilsdorf patento la caja con corona roscada.

En 1931 gracias a el técnico Emil Borer, Wilsdorf lanzó el primer movimiento automático de rotor, el PERPETUAL de Rolex. Conservaba los derechos exclusivos, prohibiendo el uso del movimiento automático para cualquier competidor durante los siguientes quince años.

En 1945 ROLEX lanzó el DATEJUST, el primer reloj de pulsera cronógrafo impermeable automático, con el visualizador de fecha con cambio automático.

Roger Dubuis




Roger Dubuis nació en 1940 a orillas del lago Léman en Vevey, Suiza. Desde muy temprana edad, Roger Dubuis aprendió el arte de la relojería. Trabajó para importantes firmas y después creó su propia marca junto a Carlos Dias.
Cada una de las creaciones de Roger Dubuis son exclusivas, pues se crean a mano en ediciones limitadas a 28 ejemplares por colección. Su filosofía se basa en buscar la perfecta conjugación entre la gran calidad de una manufactura y el diseño de vanguardia. Destaca especialmente el interior de cada reloj que tiene un movimiento mecánico, de cuerda o automático, acabado con ángulos y círculos granulados y decoración de Côtes de Genève.

Roger Dubuis cuenta también con el “Sello Maestro de Ginebra”, con el mérito de que es el único relojero suizo que dispone de este certificado para todas sus colecciones, pues elabora directamente todos los procesos de manufactura, controlando de este modo la calidad de cada una de las 28 unidades.

Porsche Design


La filosofía sobre la que se basa todo el trabajo de F.A. Porsche, nieto del legendario diseñador de coches, el Profesor Ferdinand Porsche es la siguiente: “El diseño no es forma o función únicamente, sino una síntesis estética de las dos”.

Comenzó con sus actividades en la planta de fabricación de Porsche en Stuttgart, donde en 1963 creó el Porsche 911 y le dotó de sus incomparables líneas. A partir de 1972, F. A. Porsche empezó a trabajar como diseñador independiente.

Trasladó sus estudio a Zell am See en Austria en 1974. Junto con su equipo de diseñadores, desarrolló conceptos exitosos y originales para clientes internacionales de renombre. Estos productos están firmados con el lema “Desing F. A. Porsche”.

El núcleo del trabajo como diseñador de F.A. Porsche siempre ha estado formado por artículos para la compañía hermana con base en Salzburgo Porsche Design Management GMBH & Co KG. Desde 1978 estos artículos han sido producidos y comercializados por selectos distribuidores oficiales bajo el nombre de marca “Porsche Design”.

Los productos Porsche se distinguen por los siguientes principios: el perfeccionamiento de las funciones de los objetos, su claridad, su forma intemporal, y el uso de los materiales y técnicas más avanzadas y adecuadas, combinando técnicas tradicionales con las más avanzadas tecnologías.

Patek Philippe




La manufactura que ha cambiado la historia de la relojería fue fundada en 1839 por el conde polaco Antoine Norbert de Patek y su compatriota François Czapek, quienes después se unirían en 1845, con el relojero francés Andrien Phillippe.
El reto de los tres fue crear los relojes más bellos y más perfectos del mundo. Una meta que han podido conseguir gracias al trabajo de sus artesanos, técnicos y diseñadores, que llevan a cabo la producción total de los movimientos mecánicos distinguidos con el Sello de Ginebra, un certificado establecido en 1886 y reservado exclusivamente a los verdaderos maestros relojeros y para aquella técnica que asegura fiabilidad, precisión y duración del movimiento.

Desde nueve meses para la fabricación de un reloj de oro para hombre, hasta nueve años para crear el calibre 89, el reloj astronómico de pulsera con sonería más complicado del mundo, Patek Philippe dedica el tiempo necesario para desarrollar totalmente los relojes con sus propios recursos. Más de 3.500.000 partes se involucran en el proceso de fabricación y acabado para la producción de aproximadamente 20.000 relojes. Patek Philippe fabrica más de 35 tipos de movimientos de 15 calibres básicos que conjuntamente requieren 6.500 componentes diferentes.

Panerai




Se fundó en 1860. Originalmente Office Panerai estaba especializada en la fabricación de instrumentos de alta precisión, en el campo de la óptica y de la medida del tiempo. Panerai estableció su taller para la reparación y modificación de los relojes y a partir de su especialización en este campo, adoptó el estilo de Guido Panerai y Figlio, especialista en ingeniería óptica y mecánica.

En los primeros años del siglo XX, Office Panerai consiguió una fuerte reputación. Al mismo tiempo, la tienda “Orologeria Svizzera” fundada por Giovanni Panerai y que sigue en la Plaza San Giovanni en Florencia, se convirtió además de en minorista de relojes, en un importante proveedor de piezas de repuesto, accesorios y herramientas para ingeniería de precisión, con un taller asociado para la reparación de relojes y cronómetros. Fue la primera escuela de fabricación de relojes en Florencia. A su vez, Office Panerai amplió su colaboración con la Marina italiana, suministrando cronómetros de precisión de bolsillo específicamente diseñados para uso militar.

Durante la Primera Guerra Mundial, la empresa florentina creaba instrumentos de precisión, tales como calculadoras mecánicas, miras de puntería para lanzamiento de torpedos y diversos temporizadores utilizados en minas antibarcos.
En la Segunda Guerra Mundial, la asociación con la Marina italiana se hizo más fuerte todavía. Office Panerai suministraba instrumentos que variaban desde relojes (el famoso Radiomir se fabricó desde 1938 en adelante) hasta brújulas e instrumentos para puntería, iluminación y señalización. Son los relojes de referencia de la Marina italiana por su precisión y gran durabilidad cuando los relojes Panerai se encuentran bajo el agua o en condiciones extremas.

Oris




En 1904 Paul Cartin y Georges Christian fundaron Oris en Höslstein (Suiza), una marca relojera que nació con el compromiso de alojar en sus relojes exclusivamente movimientos mecánicos.

En 1938 sorprendió al mundo de la relojería con el calendario puntualizador, una innovación que desde ese momento ha estado presente en todas sus colecciones. Su primer movimiento llega en 1952, el Cal 601 con reserva de marcha. En 1966 creó su movimiento más famoso, el Cal 645, con áncora y 25 rubíes. Dos años después obtuvo su primer certificado del Observatorio de Neuchâtel.

Su tradición relojera no está reñida con la innovación ni con la creatividad de sus creaciones.

Omega




La filosofía de Omega es alcanzar la máxima perfección, por eso se ha preocupado tanto de los aspectos tecnológicos como de la estética de sus relojes.

El especial interés que ha puesto Omega en sus creaciones ha hecho que sea una de las firmas más premiadas del mundo. En 1900 recibió la Medalla de Oro de la Exposición de París por su modelo “Templo Griego” y, desde entonces, no ha dejado de cosechar premios. Su palmarés: 28 galardones internacionales, entre los que se encuentran algunos de los más codiciados, como los tres Diamonds Internacional Award (en 1957,1963 y 1964), que concede el Instituto de Diamante de Nueva York; o el Grand Prix Trouphe de l´Exelence Eropéenne (en 1985), creado por René Bassin, que se otorga a firmas que contribuyen a mostrar al mundo la cultura y la creatividad europeas y con la que también han sido galardonados Yves Saint Laurent o Rolls Royce.

Debido a su precisión y fiabilidad el reloj “Speedmaster” fue elegido por la NASA como su cronometrador oficial en 1965, y cuatro años más tarde fue el primer reloj que viajó a la luna, cuando en julio de 1969 Neil Armstrong dio su famoso “gigante paso para la humanidad”.

A lo largo de los años Omega ha mostrado que es capaz de innovar y ofrecer los últimos avances tecnológicos.

Longines




En 1832 Auguste Asassiz abre un pequeño taller relojero en Saint-Imier. Treinta y cinco años más tarde, su sobrino Ernest Francillon compra un terreno en “Les Longines”, instala una fábrica y comienzan a crearse los primeros relojes con el nombre de Longines, aunque fue el 10 de mayo de 1880 cuando esta histórica marca se registra en Suiza.

Con su presencia en numerosas Exposiciones Universales, la obtención de importantes premios como 10 “Gran Prix” y 28 “Medailles d´Or; ser aliada de hazañas como la de Lindlberg, en 1927, atravesando el Océano Atlántico en un monoplaza; y estar unida al mundo del deporte, esponsorizando JJ.OO y viviendo muy de cerca la gimnasia, la F-1 y la equitación, esta firma puede presumir de haber cumplido 170 años de elegancia en relojería.

En 1945 Longines creó su primer movimiento automático, el calibre L 22ª, dedicado al hombre, mientras que para mujer lanzó en 1956 el calibre L1416. Su elegancia estética y sus revolucionarios movimientos, de cuarzo o mecánicos, se van sucediendo en las diferentes décadas. En los años 80 se inclina por los diseños ultrafinos, celebrando su 150 aniversario con el reloj de oro Agassiz y en los 90 introduce su colección Dolce Vita.

Jaeger-LeCoultre




La familia Jaeguer LeCoultre está muy bien valorada y es muy reconocida por los amantes y coleccionistas de relojes de lujo.

Fue en 1833 cuando Antoine LeCoultre fundó en Les Sentier un taller de relojería que hasta hoy conserva su carácter de manufactura. A él se debe el invento del micrómetro, el primer instrumento capaz de medir micras así como, dos años después, del primer mecanismo de bolsillo dotado de un sistema de remontaje y de puesta en hora mediante la corona.
En 1925 se unió con Edmund Jaeguer. Siguieron teniendo como objetivo el trabajo bien hecho y una insaciable curiosidad científica que se aprecia en sus bellas y complicadas piezas relojeras. Todas las piezas de los relojes Jaeguer LeCoultre, hasta el más pequeño tornillo, son realizadas con sumo detalle para garantizar una longevidad legendaria.

En 1928 el ingeniero J.L. Reutter diseñó para esta firma el Atmos, un péndulo fascinante que funciona con la energía de las variaciones de la temperatura ambiente y que se regalaba por el gobierno helvético a las máximas personalidades.
En 1931 la Manufactura Jaeguer LeCoultre crea un reloj que revolucionó el mundo: el Reverso. Reflejo artístico de la época Art Déco y cuya caja reversible se ha ido vistiendo de mil y una caras, perpetuándose de generación en generación.

IWC




Los relojes IWC son producto de la unión de dos ambiciosos industriales, uno americano y otro suizo.

Desde sus comienzos en 1968, la compañía se centró en la innovación en tecnología y en el diseño.

Sus primeros relojes de bolsillo se caracterizan por una serie de avanzadas características técnicas, muchas de las cuales están todavía presentes en los relojes de bolsillo actuales.

Hacia 1898 la compañía comenzó a adaptar los movimientos de los relojes de bolsillo en versiones más pequeñas para aplicarlos a los relojes de pulsera e introdujo su primer reloj de pulsera en 1900.

Durante toda su historia, IWC ha creado una serie de colecciones de relojes considerados como algunos de los mejores instrumentos de medición del tiempo del mundo.

Apreciados por coleccionistas y por expertos, los relojes IWC tienen grabado un número exclusivo y su tipo de calibre.
Su número de referencia, calibre, material, número de caja, fecha de entrega y el nombre del comprador quedan registrados en la sede de la compañía en Schaffaussen.

Hublot




Hublot nació del deseo de Carlo Crocco, perteneciente a una familia de relojeros, de crear un reloj de diseño contemporáneo y único.

En 1880 fundó su propia compañía, MDM Genève, que es más conocida por el nombre de su emblemático reloj Hublot, lanzado en la feria de Basilea de ese mismo año.

Los relojes Hublot (palabra francesa que significa portilla de barco) son elegantes y deportivos. Huyen de elementos superfluos y sus notas características son los doce tornillos que rodean el bisel y su correa, para la que Carlo Crocco buscó un material más resistente que la piel y un color negro mate que combina perfectamente con el oro y el acero; tras tres años de desarrollo, consiguió su famosa correa de caucho, ligera, irrompible y con un delicado aroma a vainilla.

Graham




En 1695 George Graham entró al servicio del gran relojero Tompion. Obtuvo el título de maestro y continuó por su cuenta en 1713.

Para hacerse un nombre a lado del gran Tompion, Graham multiplicó sus búsquedas consiguiendo innovaciones que aún se utilizan en nuestros días. Inventó el escape de reposo, el escape de cilindro, el péndulo de mercurio, la repetición de minutos y sonería y creó con sus propias manos el primer cronógrafo de todos los tiempos.

Sus creaciones le hicieron famoso en toda Europa. En lugar de guardarse los secretos de sus descubrimientos, los compartía con los demás relojeros. Su pasión por la técnica le lleva a desarrollar instrumentos científicos para el gran Halley, a la vez que ayuda a las futuras celebridades Harrison y Mudge a lanzarse a la profesión de relojero.

Los relojes Graham no se realizan más que con movimientos de cronógrafos complicados e innovadores, continuando así con la obra del maestro británico en la búsqueda de las nuevas soluciones técnicas.

Glashütte




Se fundó en 1845 por Ferdinand Adolf Lange. Representa la tradición relojera alemana, donde se unen tecnología y estética.

Estas originales máquinas del tiempo, creadas por artesanos relojeros como Julios Assmann, Adolf Lange y Johann Dürrstein, llevan en sus esferas el apelativo “Glashütte Original” desde 1921. Su nombre es buscado hoy por coleccionistas de todo el mundo, por la elegancia de sus maquinarias visibles a través del cristal de zafiro.

Todos los calibres Glashütte Original cumplen unos estándares de máxima calidad y cumplen las características de construcción propias de la fabricación “Glashütte” como el plato de tres cuartos, ajuste de cuello de cisne, balanza atornillada, tornillos azulados y pulidos y puente con grabados a mano.

En el año 2000 pasó a formar parte del grupo Swatch, reforzando así la expansión internacional de un concepto relojero del más alto nivel, que cuida al máximo todos los detalles. 

Girard Perregaux




Es una marca con más de dos siglos y medio de historia. Fue fundada en Ginebra en 1791 por Jean-François Bautte y está afincada en La Chaux-de-Fonds desde 1854.

Hoy en día la firma sigue simbolizando la máxima perfección técnica y estética que sus fundadores, Jean-François Bautte y Constan Girard, impusieron como pilares fundamentales. Generación tras generación la firma helvética cultiva y transmite unas aptitudes y destrezas excepcionales para perpetuar el dominio del arte de la relojería.

Por su condición de manufactura, Girard Perregaux debe enfrentarse a desafíos permanentes en términos de excelencia y controla todas las etapas de la evolución del reloj, desde su concepción intelectual hasta la materialización física.
A pesar de que su concepto de manufactura se basa en aptitudes de carácter tradicional, Girard Peregaux mira al futuro e introduce elementos vanguardistas.

Franck Muller




Nació el 11 de julio de 1958. Representa el prototipo de maestro relojero contemporáneo, ya que desde Louis Breguet nadie había obtenido una patente para la mejora del sistema de tourbillón. De su madre italiana heredó un talento único para el diseño y de su padre suizo un talento único para la tecnología.

Con 17 años Franck Muller entró en la Escuela de Relojería de Ginebra, terminó sus estudios y pronto obtuvo la confianza de los coleccionistas, de los museos privados y de las casas de subastas que le confiaban la restauración de sus relojes.

Franck Muller decidió desarrollar sus propios relojes, incluyendo complicaciones mecánicas que maravillaban a todos los apasionados por las máquinas del tiempo. En 1986 realizó un reloj de pulsera tourbillón de libre oscilación con horas saltantes y cuadrante de tipo regulador; en 1989 ideó un tourbillón invertido repetición de minutos y calendario perpetuo; en 1992 presenta el reloj de pulsera más complicado del mundo… y en 1994 lanza dos nuevas patentes para los cronógrafos de doble cara y para el indicador de sonería. Todos estos son ejemplos de su personal revolución de la relojería suiza aunque respetando la tradición aprendida.

En 1991 Franck Muller creó su propia empresa, enclavando su taller en el ginebrino pueblo de Genthod, frente al lago Lemán. Desde allí el sentido del tiempo adquiere una nueva dimensión estética y técnica, consiguiendo la perfección relojera más actual. 

Eterna




Eterna puede mirar atrás con orgullo por poseer una larga historia como una de las principales marcas relojeras suizas. En el año 1876 aparece en el mercado el primer reloj con este nombre. Bajo la dirección de Dr. Rudolf Schild Comtesse otros hitos del arte de la relojería fueron creados y lanzados en el mercado entre los años 1932 y 1971. La respuesta de Eterna a las nuevas exigencias sobre el diseño y la ingeniería, son productos innovadores y técnicamente magníficos. El catedrático Ferdinand Alexander Porsche, renombrado para su diseño de Porsche, adquiere la empresa Eterna en 1995. Desde entonces, los relojes son desarrollados y producidos en cooperación cercana con diseñadores, relojeros e ingenieros, que continúan la herencia tradicional al futuro.

El símbolo de Eterna ilustra la importancia de la marca: cinco puntos en forma de pentágono; representa las cinco pelotas diminutas de acero en el cojinete de bolas que los ingenieros de Eterna inventaron en 1948 - el que llevó la marca a la fama mundial. 

Eberhard




Georges-Emile Eberhard nació en Saint-Imier, Suiza, en 1865, en una familia que provenía de Berna y cuyos orígenes se remontan al siglo X. Su padre relojero se inició en los secretos del arte de la relojería, y en poco más de dos décadas llegó a ser el fundador de una auténtica fábrica.

Georges-Emile tenía 22 años cuando fundó su Manufacture d´Horlogerie Eberhard & Co. en Les Chaux-de-Fonds. Pronto se le conoció por fabricar relojes de precisión de la más alta calidad.

Entre 1888 y 1926 la Maison Eberhard & Co. encontró y mantuvo su lugar en el mercado de cronómetros y cronógrafos. Iba dirigido a exploradores, deportistas y pilotos, y también a hombres de negocios.

Desde 1926 en adelante, los herederos de George-Emile se encargaron de la Maison con un profundo sentido de los avances de la nueva época, la creencia en el progreso y el mantenimiento de la tradición que siempre ha sido asociada al concepto de “relojes Eberhard & co.” 

Dunhill




La fundó Alfred Dunhill en 1893 al dejar la empresa familiar de guarniciones de caballería para crear su propia firma, en Londres.

Los gustos han cambiado, pero Dunhill continúa creando la expresión contemporánea del estilo “british” de lujo y calidad.
Cada uno de sus artículos debe ser útil, fiable, bello y duradero, para ello están realizados con los mejores movimientos suizos.

Con el tercer milenio se ha estrenado un nuevo logo, un nuevo color –el chocolate- y un nuevo estilo –el propio de cada hombre-. 

Corum




Se fundó en 1955 en La Chaux-de-Fonds, Suiza, fruto de la asociación de Gastor Ries, maestro relojero y de René Bannwart, creador. La marca Corum alcanzó gran importancia gracias a su filosofía: “una excelente artesanía combinada con la búsqueda de la belleza y la innovación”.

En el año 2000 Severin Wunderman tomó las riendas como nuevo dueño de la compañía. Preserva la tradición de una artesanía precisa creando modelos jóvenes y atrevidos que le hacen permanecer en la vanguardia de la relojería suiza de lujo. 

Chronoswiss




Chronoswiss es sinónimo de clasicismo, tradición artesanal y precisión mecánica. Su historia comienza en la década de los 80 cuando Gerard-Rüdiger Lang tuvo la inspiración de desarrollar y manufacturar movimientos mecánicos para relojes de muñeca. Todo el mundo pensó que el entusiasta Gerard-Rüdiger Lang era anacronista, pero todas las voces se acallaron cuando conocieron su obra maestra en 1983. El primer Chronoswiss era un cronógrafo fascinante, con fecha y fases lunares.

Seguidor de mentes relojeras ilustres como el inglés John Harrison (1693-1776), que creó el primer cronómetro para marinos. Cada guardatiempo creado con orgullo por Chronoswiss causa admiración entre los entendidos, en especial su sensacional “Regulateur” lanzado en 1988. Todos sus modelos se realizan de acuerdo con los más altos estándares de calidad y se les aplica unos detalles muy exclusivos y personales como la corona y el canto acanalado de la caja o las pronunciadas asas que se unen a las correas o brazaletes.

Chopard




Se fundó en 1860, por Louise-Ulysse Chopard. La firma sigue siendo una empresa familiar que crea relojes y joyas combinando tradición con diseño innovador y alta tecnología.

En 1963 , Paul André Chopard, el último relojero con apellido Chopard, al ver que ninguno de sus hijos quería continuar con el negocio familiar, vendió la firma a Kart Scheufele, tercero en la línea de joyeros y relojeros de Pforzheim (Selva Negra).

Tanto él como su mujer Karin y sus dos hijos llevan la fabricación de la marca mimando el nombre de Chopard para que levante la admiración en todo el mundo por su elegancia y su técnica. Abarca desde relojes esqueleto hasta los cronógrafos más deportivos. 

Cartier




Los primeros relojes de Cartier aparecen en sus archivos en 1853 y desde entonces se han sucedido creaciones tan emblemáticas como el Santos Dumont en 1904 o el Tank en 1917. Todo esto hasta llegar a la relojería moderna. En 1978, el reloj Santos revoluciona el mundo de la relojería osando unir los tornillos de oro pulido y el acero satinado. En 1983, el reloj Panthère se convierte en un modelo esencial para la joyería. Dos años más tarde, el reloj Pasha, con unos rasgos estéticos muy marcados inventa un estilo de vida. El Tank Amesicaine, lanzado en 1989, lleva con delicadeza la marca distintiva en una elegancia característica del espíritu Cartier. En 1986, el Tank Française entra en la historia de las grandes creaciones relojeras.

En 1999 se lanza el reloj Tank Basculante. Es una versión del mítico reloj Tank creado en 1932 pero con multitud de detalles modernos.

Actualmente pocas marcas como Cartier reflejan la perfecta unión entre la relojería y los metales preciosos para dar como resultado auténticas joyas al servicio del tiempo. 

Breitling




Es la única gran marca relojera que propone en todos los modelos de su colección mecanismos con certificado de cronómetro exclusivamente. Es una de las pocas empresas suizas cuya gestión corre a cargo de una familia. Proponen una colección que apuesta por el estilo, la fiabilidad y la calidad.

Leon Breitling fundó en 1884, a los 24 años, un pequeño taller de relojería en el Jura suizo y trasmitió a su hijo Gastón su sabiduría, quien creó un cronógrafo de pulsera que sustituía al de bolsillo.

Desde entonces la compañía se especializa en la fabricación de cronógrafos y cronómetros para la aviación convirtiéndose en proveedor oficial de la RAF, y lanzando en 1942 el Chronomat, el primer reloj cronógrafo de regla de cálculo con escala logarítmica.

Veinte años después 1962, surge el modelo Cosmonaute, fruto de su colaboración con la NASA. Las alas desplegadas del logotipo de Breitling confirman el compromiso de esta marca con el mundo de la aviación.

A lo largo de todo el siglo Breitling ha compartido los momentos estelares de la conquista del aire, perfeccionando sin cesar las prestaciones de sus relojes-instrumentos y afinando sus cualidades legendarias: precisión, fiabilidad, robustez, funcionalidad y legibilidad. 

Breguet




Abraham Louis Breguet nació en 1747 en Neuchâtel (Suiza) y murió en 1823. Fue maestro de maestros relojeros. Su espíritu perfeccionista sigue vivo hoy entre sus descendientes. Cada reloj firmado con este nombre desde 1775 es una obra inimitable de capacidad técnica, diseño innovador, estilo artesanal y personalidad.

Los relojes Breguet han presidido las muñecas de reyes, príncipes, zares y de todo aquel que admira el rigor de unas máquinas del tiempo únicas. Más de dos siglos de historia son revelados en cada pieza de estos modelos, muchos de los cuales llevan los inventos de Abraham-Louis Breguet: agujas “pomme” de acero azulado o agujas Breguet, el escape de fuerza constante, la espiral Breguet, el “tourbillon” ideado en 1795 y patentando en 1801, o el primer reloj automático, concebido en 1780, con una masa oscilante encargada del armado del resorte principal.

En 1991 fue patentado el mecanismo Breguet, uno de los más ingeniosos de la relojería actual al estar dotado de calendario perpetuo y de la indicación perpetua de la ecuación del tiempo (diferencia entre el tiempo civil y el tiempo solar).

Actualmente, la casa Breguet mantiene su tradición y está en posesión de un patrimonio excepcional de archivos que constituyen una constante fuente de inspiración para sus modelos contemporáneos, modelos que siguen fielmente el espíritu de Abraham-Louis Breguet. 

Bell & Ross




Su nombre viene de Bruno Bellamich y Carlo Rossillo.

Primero se dedicó a los buceadores, pilotos, navegantes y astronautas. Así, figuras como Reinhart Ferrer (tripulante de una misión espacial), Klauss-Dietrich Flade (participante en la misión MIR) y los pilotos de combate de la OTAN lo llevaron en sus muñecas.

Estos relojes son apreciados por la técnica -funcionalidad, estanqueidad, legibilidad y precisión- y la estética. Sus movimientos mecánicos están regulados “Alta Precisión” por maestros relojeros y testados en las condiciones más extremas.

En la colección técnica se descubre el Space I, que conquistó el espacio en 1983; el Space 2 apareció 10 años más tarde utilizando el mismo movimiento que su predecesor, pero con una caja más compacta de titanio.

Baume & Mercier




Maestro de un “savoir-faire” con más de 170 años, Baume & Mercier ha creado piezas cuya estética y cualidades técnicas son reconocidas en todo el mundo.

El lujo como concepto, inspira las creaciones de la casa, aliando elegancia distendida, creatividad, innovación y rigor “made in Switzerland”.

Desde el reloj más deportivo hasta el más preciosista Baume & Mercier juega con los materiales nobles tradicionales o los surgidos de las últimas investigaciones tecnológicas.

En 1542, la familia Baume se instala en el Jura suizo. Siempre en la vanguardia de la innovación, los hermanos Baume introducen el calibre Lépine en el Jura en 1855.

A lo largo de su dilatada andadura, las distintas colecciones que han salido de su factoría han sabido evolucionar desde las tendencias más clásicas para dar como resultado un concepto original que, presidido por la letra griega que ha tomado como inconfundible símbolo (del equilibrio y de la pureza), marca tendencias. 

Audemars Piguet




En 1875, Jules-Audemars (1851-1918) se asocia con su compañero de infancia Edgard-Auguste Piguet (1853-1919) para hacer frente a los encargos de calibres de lujo de las grandes casas de Ginebra, asumiendo la dirección técnica de la pequeña empresa, mientras que su asociado se hace cargo de la dirección comercial, recorriendo las ciudades y luego los continentes para establecer un contacto directo con los interesados.

La empresa prospera, se desarrolla y atraviesa sin demasiados inconvenientes la Primera Guerra Mundial y la crisis de 1929, y ello, fundamentalmente, debido a la producción de relojes de pulsera para señoras y de modelos ultraplanos. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, la manufactura se reorganiza y crea una línea de relojes más accesibles. Las repercusiones de la crisis relojera de los años 70 causan pocos daños a la manufactura. En 1972 la empresa opta por lanzarse hacia el primer reloj deportivo de alta relojería, de acero: el Royal Oak.

Desde su fundación en 1875, Audemars Piguet se especializó en la creación y comercialización de relojes manufacturados de diferente complicación.

A. Lange & Söhne




En una atmósfera impregnada de espíritu artístico y científico creció Johann Christian Friedrich Gutkaes, nacido en Dresde en 1785. Aquí aprendió el arte de la relojería y estudió además física y química.

Al ser un maestro en su especialidad fue aceptado como yerno por Schumann, relojero de la corte de Sajonia y, a la muerte de éste, recibió el encargo de ocuparse de la prestigiosa colección de relojes reales. En Schloss-Gasse, Gutkaes había abierto una manufactura de relojes. Su principal colaborador era Ferdinand Adolph Lange (nació en Dresde en 1815), fue su aprendiz, quien más tarde se convertiría en su yerno y socio. Ferdinand Adolph Lange fue el fundador de la dinastía de relojeros Lange. Se casó con la hija de Johann Christian Friedrich Gutkaes, convirtiéndose así en socio y activo promotor de la empresa relojera de su suegro. Sus innumerables cálculos y tablas de conversión de la línea relojera parisina al sistema métrico y sus planos de fabricación de complicadas piezas de mecanismos, herramientas y máquinas son buena prueba del perfeccionismo con el que Adoph Lange enfocaba la precisión y la garantía de calidad en la relojería.

Adolph Lange tenía una gran conciencia social. La terrible pobreza que azotaba la Sierra Metalífera en 1943 le impulsó a la acción. Consiguió el compromiso del Estado, para formar a 15 jóvenes como relojeros en Glashütte. Aquí instaló Lange sus primeros talleres, formó sus primeros aprendices, llevó a cabo su primera creación y construyó máquinas mejores. Así creó centenares de puestos de trabajo que transformaron el pueblo.

Ulysse Nardin




Ulysse Nardin (1823-1876) fundó en 1846, en Neuchatel, Le Locle, la manufactura que lleva su nombre y que sólo firma creaciones relojeras magistrales.

Su historia, continuada por su hijo Paul David Nardin y sucesivas generaciones, está jalonada de éxitos, desde su premio en la Exposición de Londres de 1862 hasta la creación de la “Trilogía del tiempo” o el Perpetuo Lundwing, en conmemoración del 150 aniversario de la casa.